La empresa Azucarlito se encuentra trabajando en un proceso de innovación a gran escala desde hace ya unos años, a través de la generación de un nuevo proceso y producto denominado "Azúcar líquido invertido" (ALI).
Esta nueva versión presenta importantes ventajas en relación al azúcar refinado tradicional por sus propiedades sensoriales, inocuidad alimentaria y mejora de la vida útil de los alimentos elaborados con este tipo de azúcar.
Lo novedoso es la forma en la que se produce. Se extrae directamente un jarabe de refinería en fase líquida el cual es invertirlo y transformado en otro producto líquido sin pasarlo por la cristalización. Esto permite que el producto se pueda producir de una forma más eficiente, con menores costos de energía y por lo tanto lo transforma en un producto más competitivo en el mercado.
Por otra parte el azúcar líquido invertido tiene las características de endulzar más en relación a la técnica tradicional, lo que permite utilizar menor cantidad por parte del consumidor, reduciendo las calorías y por lo tanto mitigando los efectos del azúcar en sangre para quienes lo consumen.
Con este desarrollo la empresa ha aumentado el valor agregado de sus productos en el mercado y gana participación a partir de ofrecer ventajas competitivas a los clientes industriales.
La venta de ALI desarrolla una nueva forma de vincularse con el cliente, con un servicio de ventas de alto nivel técnico de manera de adecuar las especificaciones y la presentación del ALI a las necesidades del cliente tales como: fabricantes de refrescos, jugos, confiterías, panaderías, fabricantes de helados, chocolates y dulces, y apicultores que encuentran una ventaja en la utilización de ALI como alimento para las abejas en lugar de miel.
La estrategia de comercialización será la de "hecho a medida" y "listo para usar", por lo tanto se espera que la sustitución del azúcar refinado por ALI impactará en mejoras de proceso y de producto en la industria alimentaria.
Potenciar el consumo de "ALI" en la industria alimentaria traerá una mejora en toda la cadena de valor, reduciendo costos por posibilitar sistemas de automatización, alcanzar mejores niveles de inocuidad y lograr un etiquetado con menos calorías.