El Instituto de Cardiología Integral (I.C.I.), inició sus actividades en Montevideo el 1º de marzo de 1987, tratando en forma exclusiva a pacientes en edad infantil y desde hace más de diez años incluyó dentro de su cobertura a pacientes adultos, de forma tal de contar con un tratamiento integral de toda la población.
Su objeto, como IMAE cardiológico, es el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares tanto en niños como en adultos, afecciones que constituyen la principal causa de mortalidad en nuestro País. Está integrado por profesionales médicos especializados en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades cardiovasculares, desarrollando además una importante actividad docente y de investigación.
Su actividad fue declarada de Interés Nacional para la Salud Pública y se desarrolla en el marco de lo establecido, prestando asistencia en forma igualitaria a toda la población. Sus pacientes provienen tanto de Instituciones Públicas (M.S.P., B.P.S. etc.) como Privadas (I.A.M.C.).
Su organización, equipamiento e instalaciones fue planificada para prestar cobertura asistencial a una población de hasta 5.000,000 de habitantes, incluyendo a nuestro País como así también la población regional. En nuestras instalaciones contamos con áreas asistenciales con equipamiento de última generación, entre las que se encuentran dos Block Quirúrgicos, dos Salas de Hemodinamia, C.T.I. de niños, C.T.I. de adultos, Sala de Cuidados Intermedios, Internación en Piso Cardiológico. Las principales técnicas que se desarrollan en el I.C.I. son las siguientes: trasplante cardíaco (Niños y Adultos), cirugía cardíaca (Niños y Adultos) hemodinamia (Niños y Adultos) arritmias (Implante de marcapasos, implante de cardiodesfibriladores, ablaciones, intracavitarios y test de tilt).
EL PROBLEMA:
El problema a solucionar es la forma en que el niño experimenta el traslado a la realización de una cirugía o procedimiento invasivo.
El niño se encuentra en su habitación en compañía de sus padres esperando el traslado, en ese momento el niño ya debió enfrentarse a diversas situaciones como lo son la colocación de una vía venosa o la extracción de sangre lo que ya va volviendo mas vulnerable la sensibilidad de éste.
Cuando llega el momento del traslado, el niño se encuentra asustado, no se quiere separar de sus padres, a su vez estos se encuentran nerviosos, angustiados y preocupados. El traslado lo realiza el equipo de salud, en compañía de sus padres, los cuales pueden acompañarlos hasta determinado sector, allí los padres deben despedirse y continúa el niño solo. El momento de separación de los niños con sus padres se tornan muy traumáticos, con notorias vivencias de angustia y temores. En ese momento los niños no quieren dejar a sus padres, comienzan a llorar creándose una situación difícil para el niño, padres y equipo de salud. A pesar de esto, el equipo de salud debe continuar el traslado tratando de calmar al niño.
El niño no solo se enfrenta al estrés en su habitación antes del traslado sino que se le suma el hecho de que es llevado por personas extrañas (el personal de salud no dejan de ser personas ajenas para el niño), que tienen que ser separado de sus padres debiendo continuar solo, entrando a una sala o block lleno de aparatos “raros”, resultando un lugar visualmente intimidador, especialmente para un niño. En este contexto el niño es dormido.
Todas estas situaciones generan momentos de mucho estrés, miedo y nerviosismo, volviéndose bastante difícil tanto para el niño como para sus padres y el equipo de salud.
LA SOLUCIÓN:
El proyecto permitió la vinculación con una empresa de las industrias creativas para generar una experiencia de RV llamada "Chispitas de Dragón".
Chispitas de Dragón es una experiencia de RV única y a medida, diseñada exclusivamente para el traslado de los niños a la realización de procedimientos médicos.
Chispitas de Dragón considera todo el proceso que el niño vive durante el traslado y le es camuflado en el mundo virtual. Se considera la duración del traslado los cambios de temperatura al entrar a block quirúrgico, la colocación de la mascarilla difusora de anestesia, entre otros aspectos a “camuflar.” Lo que sucede en la realidad se combina y sincroniza para hacer la experiencia virtual más creíble.
Chispitas de Dragón le muestra al niño un mundo de fantasía, muy llamativo y agradable, que despierta su curiosidad. Una voz muy divertida y amistosa junto a CHISPITAS un personaje animado y agradable lo acompaña al niño en una aventura durante todo el traslado. Los lentes se le coloca al niño en su habitación junto a sus padres y se le retira luego que este es dormido en block.
Le creamos al niño un entorno que permite controlar su ansiedad, lo distrae y lo cambia de contexto ubicándolo en un lugar mágico y divertido que le es agradable estar.
Transformamos el traslado y la situación que lo lleva a estar hospitalizado en algo inolvidable. Logramos mejorar la atención que le brindamos a los niños y sus padres y creamos un nuevo procedimiento para que el personal de salud realice traslados cero stress.
Niños mas felices y padres mas tranquilos es el espíritu de Chispitas de Dragón.