Loog Guitars es una línea de guitarras diseñadas en Uruguay con el objetivo de brindar una opción sencilla y estimulante para que los niños aprendan a tocar la guitarra.
Aprender a tocar canciones en una guitarra tradicional puede ser algo abrumador para principiantes. La Loog hace que sea fácil: con su brazo de 3 cuerdas, los acordes quedan reducidos a su tríada principal -solo 3 notas-, permitiéndote tocar cualquier canción y haciendo que el proceso de aprendizaje sea más fácil, rápido y estimulante.
Las Loog usan las primeras tres cuerdas de una guitarra: mismas cuerdas y misma afinación. Por eso, todo lo que aprendas en una Loog (incluido dónde van los dedos para formar los acordes) también puede ser aplicado a una guitarra tradicional de 6 cuerdas. Y con nuestra app y las cartas didácticas incluidas con cada Loog, vas a poder tocar canciones desde el primer día.
La app de Loog es gratis y tiene todo lo que necesitás para tocar: lecciones en video, un afinador e incluso un cancionero digital para que puedas aprender tocando canciones reales (de los Beatles, Los Rolling Stones, Bruno Mars, Taylor Swift y más). Diseñada con los niños en mente, la app está estructurada como un juego en que unos simpáticos personajes ayudan a formar acordes, con ellos destrabar canciones y a través de ellas acceder a un mundo fascinante.
La empresa nació en 2010 cuando Rafael Atijas desarrolló el concepto en su tesis de maestría en la Universidad de Nueva York. El hecho que la guitarra Loog haya sido concebida en una universidad explica mucho sobre la cultura de la empresa: nuestro principal objetivo no es obtener la mayor rentabilidad, sino ofrecer un producto único y de buen diseño.
En marzo de 2011, la guitarra Loog fue lanzada en Kickstarter, un sitio web de recaudación de fondos para proyectos creativos. Nos pusimos el objetivo de recaudar USD 15.000 y terminamos recaudando USD 65.618 con personas de todas partes del mundo que creyeron en el proyecto y querían darle vida a esta idea. Gracias a ellos, Loog Guitars es ahora una realidad.
A partir de ese mismo año, con el apoyo de la ANII, pudimos potenciar el producto en el mercado internacional y trabajar en la certificación para poder ser comercializados en mercados como Estados Unidos, Europa, Canadá y Japón.